«Un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres», Laudato Si’, #49.

Las palabras del Papa Francisco han inspirado el trabajo de la Alianza Famvin con las personas sin hogar desde su inicio hace cuatro años, y ganan una relevancia especial ahora que la familia cristiana celebra el “Tiempo de la Creación”. Comenzó el día 1 de septiembre “Día de la Oración por la Creación” y termina el 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, santo patrón de la ecología.

El tema de este año es “¿Una casa para todos? Renovando el Oikos de Dios que resuena aún más con nuestro objetivo de acabar con el sinhogarismo: una casa a la vez. “Oikos” es la palabra griega para hogar. “Al establecer nuestro tema en el concepto de hogar, apuntamos a las redes integrales de relaciones que sustentan el bienestar de la Tierra”, explican desde el equipo detrás de esta celebración.

Es un tema recurrente en diversos proyectos de la Campaña “13 Casas”, muchos tienen ya sea un elemento de sostenibilidad o están centrados en poblaciones desplazadas debido a desastres naturales o el cambio climático. Un ejemplo es el trabajo de la Fundación Vicenciana en Filipinas, que apoya a personas desplazadas por tifones en busca de un lugar más seguro, a la vez que dan oportunidades para el cambio sistemático y el desarrollo integral.

Algunos proyectos se centran en mitigar los efectos del cambio climático. Por ejemplo, en Germantown, Filadefia, “Vincent Homes”, una iniciativa conjunta de la Congregación de la Misión y Community Solutions (una ONG dirigida por la integrante de la Comisión de la FHA Rosanne Hagerty) que trabaja alimentadas con energía solar que produce cero emisiones. Las casas se alquilan a familias de bajos ingresos a precios asequibles y sin costes de electricidad. “Al explotar el potencial de inversiones de bajo coste alineadas con nuestros objetivos, podemos invertir en un futuro que incluya casas seguras y sin emisiones en todas nuestras comunidades”, explica el proyecto. En Ghana, las Hijas de la Caridad construyeron un digestor de biogás en su proyecto “13 Casas” para transformar los desechos humanos en gas para cocinar en su centro de entrenamiento vocacional.

Nuestros embajadores voluntarios también están siguiendo este espíritu. El padre Álvaro Tamblay se unió a la lucha contra un proyecto minero de hierro y cobre en el norte de Chile. En un artículo reciente en el sitio web de Famvin dijo:

No se puede hipotecar el futuro de este espacio que es único en nuestro país, a las nuevas generaciones; tenemos la oportunidad maravillosa de ser la generación que rescate y cuide para siempre, junto a todos los habitantes de esos sectores, un patrimonio biodiverso para nuestra naturaleza. […]También tenemos que presionar para que la voz de los que siempre se les oculta o presiona, pueda sentirse y escucharse con libertad, además de impulsar y crear una cultura donde todos nos sintamos corresponsables de lo que significa tomar postura por una causa del Reino, la justicia y el amor por nuestra casa Común”.

“No imaginemos solamente a los pobres del futuro,” nos dice el Papa Francisco, “basta que recordemos a los pobres de hoy, que tienen pocos años de vida en esta tierra y no pueden seguir esperando”. La FHA y los vicencianos alrededor del mundo continúan haciendo escuchar tanto el grito de la tierra como el grito del pobre en la lucha contra el sinhogarismo a través de la colaboración vicenciana.