Nuestros 14 embajadores voluntarios ya están difundiendo la Alianza por todo el mundo. Desde que lanzamos la FHA en 2017, sabíamos que el equipo necesitaría toda la ayuda posible para conseguir sus ambiciosos objetivos. Como iniciativa global, nuestro pequeño equipo no puede hacerlo todo. Por eso lanzamos el programa de embajadores voluntarios, cuyos primeros resultados empezamos a ver.

Los embajadores representan la diversidad de la Familia Vicenciana, incluyendo personas de diferentes edades, orígenes, continentes y ramas. Trabajan en sus comunidades y dentro de las estructuras existentes de la Familia Vicenciana para involucrar y ayudar a aquellos que sirven a nuestros prójimos. Fueron elegidos tras un proceso de selección y permanecerán en el puesto durante dos años.

Se reunieron en París en Julio para una capacitación de tres días que combinó presentaciones sobre la FHA y la campaña “13 Casas” con talleres sobre habilidades específicas y visitas a lugares asociados con la tradición vicenciana. También redactaron sus planes de trabajo para los próximos dos años, fijando sus objetivos y cómo cumplirlos.

Desde Julio, no han dejado de presentar la Alianza y las “13 Casas” donde han podido y animando a más vicencianos a unirse. La Familia Vicenciana de Nigeria organizará una conferencia sobre sinhogarismo en el país tras la presentación de nuestra embajadora, Christiana Oronsaye (AIC). El padre Ricardo Cruz CM en Perú está incorporando más ramas para que inicien proyectos como el que encabeza al norte del país. Ada Ferreira (SSVP) en Brasil habló sobre la Campaña ante una audiencia de varios miles durante un evento vicenciano televisado. Nuestros embajadores en el Líbano y Ruanda, Rodolph Haddad y el padre Henri Matsinga CM, organizaron una vista de misionarios libaneses a un campo de refugiados en África.

Estos son solo unos pocos ejemplos del trabajo que llevan a cabo. Si quieres hablar con alguno de ellos, envíanos un mensaje y os pondremos en contacto.

 

Frander Vindas, Costa Rica, nuestro embajador más joven

Como Joven, laico y Vicentino no puedo dejar de agradecer a Dios por esta experiencia que me lleva a comprometerme y buscar que la Familia Vicentina de Costa Rica encuentre la manera de ser parte de esta iniciativa, podremos tener dificultades o particularidades, pero creo que en colaborando somos fuertes y de un humilde y pequeño sueño podemos incidir en esta problemática.

Conocer las distintas realidades del resto de embajadores, y la forma en que piensan  dar respuesta a las problemáticas en sus países, desde sus posibilidades, me motiva, me inspira y me mueve al trabajo. Así como San Vicente nunca estuvo solo en su trabajo, yo me siento y veo que estoy acompañado por el resto de embajadores, grupo organizador y la gran comunidad Vicentina global

Esta experiencia me abrió los ojos de la gran cantidad de personas que están pasando frio, en condiciones precarias, personas que se tuvieron que movilizar lejos por razones políticas o naturales y así muchos otros motivos por el cual esas personas están sin un hogar, pero, como vicentinos tenemos la oportunidad de transformar vidas desde el amor, sencillez y la justicia devolviéndoles ese lugar que llaman hogar, todo bajo la enseñanza de nuestro fundador San Vicente de Paúl.