Súbete a mi moto
Por Ricardo Cruz Huamán, CM (Pisco, Perú)
El título de esta historia: “Súbete a mi moto” es el nombre de una linda canción de un famoso grupo juvenil de los años 80 que cuenta una historia de amor. En nuestro caso, este título resume y cuenta la historia de una joven familia, integrada por los esposos y por dos niños, que después de vivir en situación de calle, ahora viven en un lugar digno y recorren las calles de la ciudad sobre una “moto taxi”, ya sea para trabajar, para ir a recoger a los niños a la escuela o para ir un día de paseo por la ciudad.
“Súbete a mi moto” es una historia de esperanza y de una manifestación amorosa de la Providencia que no se olvida de los pobres, pues ellos son sus preferidos.
Un día apareció Raúl con dos niños y su esposa a uno de los comedores que tenemos en la parroquia. Buscaba que lo inscribiera en la lista de comensales del comedor porque era nuevo en la zona, necesitaba ayuda y vivía en la calle. A los pocos días lo acogimos temporalmente en uno de los ambientes que habíamos improvisado en la parroquia para estos casos. Permaneció en el lugar cerca de dos meses. Luego nos pidió que lo ayudáramos a actualizar su licencia de conducir porque antes había manejado moto taxi (un vehículo de transporte local, rápido, muy común en la zona). Así lo hicimos.
Diseñamos este ambiente de tal modo que aquí hubiese espacio para el comedor y otro ambiente para que viva Raúl con su familia. Así fue. Raúl pasó del albergue temporal a un espacio más cómodo para él y su familia.
Hace unos días la comunidad parroquial me hacía un agasajo por mi aniversario sacerdotal y resulta que él había sido invitado, junto con su esposa, sus hijos y lo hicieron compartiendo cómo la comunidad y el equipo de trabajo social le estaba ayudando a cambiar su vida. Podríamos decir que ahora, Raúl recorre los días de su vida sobre la “moto taxi” de la esperanza.