Warde te recibe con una gran sonrisa y ojos brillantes, una visita por la que reza todos los días, todas las semanas, todos los meses. Sonríe como si no le preocupara nada en el mundo, te saluda cómo si te conociera de toda la vida y desprende positividad como si no careciera de nada.
Pero Warde es una viuda de 70 años, sin hijos, y con un hermano que no la ha visitado en los últimos 5 años. Warde apenas puede ver, camina apoyada en un bastón y se pone su máscara de oxígeno para dormir. No tiene ningún ingreso, seguro sanitario, propiedades o ahorros. No tiene medios para sobrevivir más allá de un viejo techo sobre su cabeza, una fe inquebrantable y una cálida sonrisa.
45 años en la misma habitación bajo las escaleras de un viejo edificio de Beirut, Líbano, Warde vive con su mejor amiga, Amal. La habitación carece de baldosas, ventanas, saneamiento adecuado y solo una pequeña cocina y baño exterior. Amal ha apoyado a Warde los últimos 10 años, han pasado por muchas adversidades juntos, como todavía lo hacen.
En la Oficina Social de los Padres Lazaristas (Congregación de la Misión) como nos enseñó San Vicente, los pobres son nuestros compañeros. Warde es una de nuestras compañeras más longevas, habiendo recibido apoyo de la Oficina durante los últimos 10 años.
Cada mes, los voluntarios vicencianos de la Oficina visitan a Warde y le llevan una cesta de comida suficiente para un mes, sus medicinas y dinero en efectivo para que pueda pagar el alquiler, electricidad y agua. Esto sigue en marcha incluso durante la crisis del coronavirus. Jean, que ha sido voluntario durante los últimos 5 años, es un apoyo constante. El apoyo moral es crucial ¡pero más importante todavía es el apoyo espiritual!
A Warde le encanta enseñar su pequeña esquina de oración, con su rosario y su foto con el nuncio apostólico. “¡El embajador del papa vino a visitarme!” Dice con orgullo.
Warde es una de las almas que apoyamos, sin embargo, muchas otras personas depende de nosotros para aliviar su sufrimiento. Nuestro objetivo es continuar apoyando a los más vulnerables de Beirut sobre todo durante estos difíciles momentos.
Con tu donación, la Alianza Famvin con las personas sin hogar puede apoyar al padre Henri Matsinga CM y a otros vicencianos trabajando por los más pobres de los pobres y las personas sin hogar durante la COVID-19 ¡Nunca debemos abandonar a los pobres!
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