En la cima del mundo – Diarios Vicencianos

En la cima del mundo – Diarios Vicencianos

Y de repente, sentí su pequeña mano en la mía. Había permanecido a mi lado un rato, mirándome con ojos curiosos, su brillante sonrisa enmarcada en pelo enredado y polvoriento. Estábamos en el medio de una pequeña plaza, rodeada de pequeñas casas, una comunidad...